Tráeme en charola de plata
los besos que mi boca esperaantes que la arena de mi reloj lisiado
se trague el espacio que me queda.
Deja que la montaña llore su soledad
y el sol la distancia que lo separa de la luna
tú cierra este compás de espera
ven y descubre qué hay en la cueva oscura de mi cuerpo
pinta de azul mi piel
cómete mi boca a besos
que las horas corren
y se agota el tiempo de mi tiempo.
María Ayala © (todos los derechos reservados)
1 comentario:
¡Muy sentido, romántico y sensual poema!
¡EXCELENTE!
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