miércoles, 9 de febrero de 2011

OLVIDOS

Las estrellas se tragaron las luciérnagas de mi jardín —tan frágiles como trocitos de papel al viento—, pero ni así lograron alumbrar el firmamento...

Entre tanto, silencios de par en par emanban de mi pluma, amenazando callar para siempre las verdades que la razón guarda trémula para no lastimar mi corazón de nuevo; empeñado en no abrir los ojos para escuchar que ya no estás en mis recuerdos.

María Ayala © (todos los derechos reservados).

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