
Un silencio que habla, una agonía que vive, un encuentro que busca, un olvido que recuerda…
Un placer que duele, un sueño que desvela, una paz que altera; una mirada que no ve, una canción que no se canta, un poema que no se lee, un sol que no calienta, una luna de día, una lluvia que no moja, una cordura que está loca, un pecado que no condena, una gloria que quema, un infierno que se goza…
Todas estas discordancias
Corazón mío
comenzaron en el ensayo de tu boca.
María Ayala ©
(Del libro: De lirios y en sueños/OFICIO Ediciones/Derechos Reservados)
1 comentario:
Que no tengas muchas discordancias.
Abrazo. Jabo
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